Esta epidemia vino a despertarnos como humanidad. Nos demostró que jamás podemos dar por sentadas las situaciones más significativas de nuestras vidas, como ir a la escuela, reunirnos con familiares y amigos, o simplemente salir a la calle en busca de esparcimiento. La pandemia no sólo nos hizo apreciar mucho más estos momentos, sino que nos obligó a agradecerlos.

También nos hizo ver cuan vulnerables somos los seres humanos frente a la naturaleza. Un simple virus fue capaz de paralizar al mundo entero. Esto nos deja una gran lección de humildad.

Desarrollos tecnológicos iban y venían, avances en las tecnologías de la información nos hacían creer que teníamos el control de las situaciones, el mundo global nos ofrecía estar en cualquier lado con tan sólo tomar un avión. Todo esto se desvaneció en unos cuantos días y, de pronto, nos despertamos frente a un panorama similar al que se vivió hace más de 100 años. Este sueño, no obstante, también me llena de esperanza. Si hace tanto tiempo la humanidad salió adelante, nosotros también sabremos hacerlo. 

Personalmente estoy muy agradecido porque, gracias a la IBERO, todos como comunidad hemos podido salir adelante. Esto nos implicó salir de los espacios de comodidad en los que vivíamos. 

Aunque no es lo mismo, he podido continuar las clases con mis alumnas y alumnos. He tenido la oportunidad de seguir participando en su formación. La epidemia me permitió entrar hasta la privacidad de sus casas, pero ellos también han entrado a la mía. Creo que esta vivencia nos marcará por siempre.

Espero que estas nuevas generaciones, que serán las y los jóvenes de la pandemia, valoren más lo que la medicina o la ciencia -y no sólo las celebridades, astros del futbol o influencers- son capaces de hacer por todos nosotros. 

La presente reflexión fue publicada, en una versión editada y más corta, en el Numero 70 de la Revista Ibero, donde diez académicas y académicos de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México respondieron, para un sondeo, a la pregunta: ‘¿cuál ha sido su experiencia en esta pandemia del COVID-19, con el confinamiento que obligó al trabajo virtual?’. 

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