Graciano Guichard González es el capitán que tiene la misión de llevar el barco de Liverpool a buen puerto. No ha sido tarea sencilla, sobre todo en la pandemia. Desde hace 24 años, trabaja en la principal cadena de tiendas departamentales de México como lo hizo su bisabuelo. Pasó por todos los puestos, cuando a sus 20 años, sus amigos se iban de fiesta.

Pero, ¿cómo un egresado de Ingeniería Industrial de la IBERO llegó a ser el Presidente del Consejo de Liverpool? Guichard González llegó a esta compañía en el 2000 como director comercial y 15 años después fue electo director general. Recientemente, sustituyó a Max David Michel, quien tuvo dos exitosas décadas al frente de la empresa.

Para él, la carrera de Ingeniería Industrial de nuestra casa de estudios le dio las bases para dirigir a esta empresa porque tiene las matemáticas y la parte administrativa, pero lo que más le gustó en la IBERO es que es un ambiente muy abierto, con valores inclusivos, donde hay personas de diferentes valores con las que puedes compartir ideas.

“Más que la parte académica y lo que aprendes de los profesores, es lo que aprendes de tus compañeros. Cuando vas a clase y hay proyectos, trabajas con tres o cuatro compañeros. Cada quien lo resuelve diferente y entiendes otros puntos de vista. Eso me agregó más valor que las mismas clases”, cuenta.

En la IBERO, dice que haces contactos con gente emprendedora o que se va a dedicar a la política o a lo artístico. Piensa que entre más se sube en una empresa, las habilidades técnicas son menos importantes que las humanas. Entender a las personas y cómo las puedes guiar porque en las universidades, de repente, se menosprecian las habilidades humanas, pero son muy importantes.

Hace poco, vino a la IBERO a charlar sobre las innovaciones de Liverpool, como la nueva nave logística para mercancía de artículos de alto volumen que tiene la cadena, la cual es la más grande en Latinoamérica. O su incursión en la industria automotriz, donde comercializa una gama de autos eléctricos de origen chino, los cuales se venden bastante bien.

Con Google Cloud continua con la transformación digital de la compañía, mediante machine learning e inteligencia artificial y con los objetivos ambientales que Liverpool se ha planteado para 2040: Ser una empresa cero emisiones netas de gases de efecto invernadero, mitigando el impacto de sus operaciones reciclando de residuos sólidos y reduciendo el consumo de agua potable en los almacenes.

Dirigir los destinos de Liverpool no es para principiantes. Es una empresa con presencia en todo México a través de 291 almacenes, incluyendo Suburbia –cadena de ropa de moda a precios accesibles—, con 119 boutiques especializadas, entre ellas Gap y Banana Republic, y 28 centros comerciales, el más importante Perisur. Emplea a más de 70 mil colaboradores y maneja 7.2 millones de tarjetas de crédito.

La mayoría de los colaboradores en Liverpool son jóvenes, pues más del 50% es generación millennial y se apoya a las mujeres con buenos planes de carrera. Las mujeres en la compañía conforman el 60% de su plantilla. En general le gusta promocionar a gente de la misma compañía.

¿Qué retos importantes ha tenido Graciano Guichard como CEO de Liverpool?

Uno de ellos fue el de integrar a Suburbia a la cadena, porque eran culturas totalmente diferentes en operaciones y servicios. El mercado medio está creciendo y los sueldos han incrementado, por eso la adquisición de Suburbia ha dejado buenas ubicaciones de tiendas y gente muy valiosa de la cual se aprovecha su experiencia.

Otro reto para el directivo fue la pandemia. A pesar del cierre de tiendas se puso dos metas: que no quebrara la compañía y que las personas no perdieran su trabajo. Pagó a proveedores al 100% aunque no estuviera vendiendo y cuando dejó de llegar mercancía de China a México, en 2021 Liverpool tuvo ventas muy buenas que generaron utilidades del 96%.

La competencia motivó innovaciones. En sus inicios, eran Palacio de Hierro y Sears, pero de repente llegó Price Shoes, Costco, Sams y Best Buy. Luego, Amazon, Mercado Libre, Zara, Wal Mart y más reciente a Shein y Temu, de las que Liverpool aprende para mejorar operaciones y ventas, donde con data se puede saber dónde vive el cliente, qué compra, si tiene tarjeta de crédito, qué le gusta hacer, si tiene hijos o está casado.

“La inteligencia artificial creo que nos va a cambiar el mundo. Es una ola a la que nos queremos subir internamente para saber cómo distribuimos y vendemos mejor (…) No vendo carritos de golf en las tiendas porque no me caben, pero en la página sí puedo a través de un proveedor. Este año estimamos vender 32 mil millones de pesos por Internet”, relata.

Sobre el tema social, nuestro egresado IBERO cree que lo mejor es apoyar a la educación. ¿Cómo? Contamos con la Universidad Virtual Liverpool, que cuenta con planes de estudio desde primaria hasta maestría avalados por la SEP. En las escuelas cercanas a las tiendas, Liverpool dota de computadoras y capacita a maestros. Además, la compañía busca desarrollar algunas cadenas productivas como la textil y elevar a nivel internacional a las pequeñas y medianas.

“Las tiendas se juntan para ayudar a las escuelas y a la comunidad. Nunca nos hemos querido meter en apoyar ninguna campaña. Nuestro ámbito social se enfoca en la educación, si el país está mejorando cosechas lo que siembras. En México, tenemos una oportunidad gigantesca con el nearshoring, de que nos vaya bien en los próximos 15 años”, afirma.

Texto: Luis Reyes Fotos: Luis Reyes y Liverpool

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