El año que termina es uno de los más complejos que hemos vivido como humanidad. La pandemia provocada por el COVID-19 generó cambios en todos los ámbitos de la sociedad y se prevé que el 2021 arranque todavía con medidas restrictivas en todo el globo. Frente a este escenario, nos hemos adaptado, reaprendido y creado nuevas formas de interactuar.

La Universidad Iberoamericana entiende esta crisis como un punto de salida para que las instituciones de educación superior asuman una actitud más proactiva, en el sentido de formar nuevos profesionales que tendrán que responder a los retos del pasado y proyectar soluciones a futuro, partiendo de este nuevo escenario que vino a sacudir nuestras vidas.

Si el año pasado afirmamos que la IBERO tenía la mirada puesta en el futuro, hoy más que nunca refrendamos nuestra vocación humanista: impulsar nuevos escenarios y fomentar los proyectos con pertinencia e incidencia social. Como siempre, en la mira está asegurar una sociedad más justa, libre, incluyente y democrática, apoyando particularmente a los sectores marginados.

COVID-19, el antes...

El año arrancó fuerte para nuestra institución, al unirnos al Hub Latinoamericano y Caribeño de Innovación Transformativa-HUBLAyCTIP, cuyo propósito es hacer políticas públicas para ayudar a que la ciencia, la tecnología y la innovación se enfrenten a los grandes desafíos sociales y problemas mundiales.

Entre los hechos previos al cierre de nuestras instalaciones por la emergencia de salud, destacan la donación a la IBERO del Archivo de la Juventud Católica Femenina Mexicana, la inauguración de la exposición La Universidad Iberoamericana generadora de conocimiento. Un caleidoscopio, la décima edición de EXPO IBERO Posgrados y la transformación del Huerto IBERO 'José de Acosta, S. J.', como espacio para proponer investigaciones y crear soluciones para la seguridad alimentaria.

También se abrió la Cátedra INEGI, un espacio académico para aprovechar la información proporcionada por este órgano autónomo y su aplicación para incidir y resolver los problemas que aquejan a la sociedad. De forma destacada, la IBERO inauguró el Laboratorio para la Resolución de Conflictos Socioambientales, un espacio que busca, a través del diálogo, herramientas, metodologías, nuevas habilidades, códigos de conducta, codiseño de diagnósticos, estrategias e intervenciones para resolver problemáticas en donde estén involucradas comunidades, empresas o dependencias de gobierno.

Con el fin de ofrecer un espacio universitario para deliberar públicamente sobre temas estratégicos de la agenda nacional, la Universidad Iberoamericana Ciudad de México realizó los Foros IBERO por México: espacio universitario para el diálogo. Resalta en este recuento, la graduación de la Primera Generación del Programa Si quieres, ¡puedes!, uno de los proyectos sociales más relevantes de la IBERO. 

Ha sido un año donde el tema del combate a la violencia de género ha tenido un papel preponderante. El tópico salió de los cubículos especializados y resonó fuerte en los espacios de la Universidad. Las autoridades, por su parte, fortalecieron las acciones que por años han emprendido y prestaron oídos al diálogo con estudiantes, docentes y personal administrativo. Una de las medidas más importantes fue dar mayor herramientas al Comité de Género y simplificar los procedimiento de quejas.

De esta manera, el 17 de febrero se llevó a cabo una manifestación por los feminicidios ocurridos en el país, en la que participaron mujeres de distintas instituciones educativas en México. El 9 de marzo, la IBERO vivío una jornada sin mujeres, al celebrarse la iniciativa #UnDíaSinNosotras, cuyo fin fue visibilizar la violencia de género y reflexionar sobre mecanismos para erradicarla. 

17 de marzo, el parteaguas

El 17 de marzo de 2020, la IBERO anunció que se cancelaban las clases presenciales, así como las labores en el campus, y se daba paso a la educación y trabajo a distancia. Ese día fue el parteaguas. La Universidad puso todas sus baterías para adaptar los procesos y el 23 de ese mes los y las docentes pudieron seguir con sus cátedras y el personal administrativo con sus funciones. Todos a distancia para evitar riesgos a su salud.

Una de las primeras acciones tomadas por la Dirección de Comunicación Institucional (DCI) fue crear un sitio especial, IBERO COVID-19, para integrar toda la información sobre el tema y que funcionara como un canal para mantener una comunicación directa con la Comunidad IBERO.

Sin duda, el evento más destacado del año fue la elección del Dr. Saúl Cuautle Quechol, S. J., como Rector de la IBERO Ciudad de México y de Tijuana para el periodo 2020-2024. Durante la ceremonia de investidura, señaló que la IBERO se comprometía a seguir transformando la realidad de su entorno y de México, y a mantener la vinculación con los distintos actores y grupos en diálogo abierto.

La Dirección de Enseñanza y Aprendizaje Mediados por Tecnologías (DEAMeT) tuvo un papel relevante en 2020: se duplicó el uso de Brightspace respecto al 2019 y como parte de la estrategia institucional, se contrató a 22 personas para dar soporte técnico a las academias. Los asesores recibieron formación en Brightspace, Zoom y otras herramientas digitales.

A estas fechas, la IBERO cuenta con 105 materias en línea o híbridas oficiales, es decir, que pasan por el diseño instruccional con la DEAMeT y con un experto en contenidos asignado por la coordinación académica. Si se toma en cuenta que en 2015 eran 27 materias en línea, podemos decir que la oferta casi se ha cuadruplicado en cinco años.

Gracias al trabajo previo, la DEAMeT logró en los primeros meses de la pandemia (de marzo a julio de 2020) atender a una población de 6 mil 740 personas; con un total de 661 horas impartidas y 26 webinars organizados (22 de esta dirección, dos de la BFXC y un par de Microsoft –Teams para docentes y estudiantes–).

Aunque la vida universitaria se frenó a nivel presencial, al IBERO, gracias al compromiso de su comunidad, siguió desarrollando sus actividades a través de herramientas digitales, lo que permitió cerrar los semestres primavera, verano y otoño 2020. A nivel institucional, siguió generando alianzas, lanzó convocatorias, organizó eventos y generó proyectos de largo aliento.

En este caso, podemos hablar del congreso virtual Construir con visión: estrategias sociales de innovación empresarial, organizado por FICSAC; además de la Semana de la innovación para la transformación social en un mundo nuevo, encabezada por IBERO Consultores Estratégicos, en la que participaron el ITESO y la IBERO Puebla; y la Semana de Arte, que se celebra desde 1964.

Destaca el lanzamiento de Social Data IBERO, cuya finalidad será analizar temas como inclusión, salud, bienestar, pobreza, atención a grupos vulnerables, evaluación de tecnologías y estudios clínicos, economía local y nacional, condiciones y degradación del medio ambiente, flujos migratorios, localización de fosas clandestinas, entre otros, a partir de la ciencia de datos.

Además, se estableció una alianza entre la IBERO y Asociación Mexicana en Dirección de Recursos Humanos (AMEDIRH) y la Asociación de Profesionales de Recursos Humanos de la Industria Farmacéutica y de la Salud (APRHIFAC) para crear un liderazgo para el nuevo futuro; así como la firmada por la Escuela de Emprendimiento Social e Innovación (EDESI) y el Consejo de MARHNOS para instaurar la Cátedra ‘Construir por el bien común y el desarrollo sostenible’.

Otro de los hechos interesantes fue el otorgamiento de fondos por parte de la Fundación John D. y Catherine T. MacArthur a la IBERO para participar en el desarrollo de un Repositorio de Documentación sobre Desapariciones en México. Como una de las universidades más importante del país, la IBERO, en su calidad de integrante del Programa de Universidades Resilientes de la la Red ECOs de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México, colaboró con la Guía Práctica para la Reapertura de Actividades Académicas tras la Emergencia por el COVID-19.

Las tecnologías han tenido un papel relevante en este escenario de pandemia, y así quedó claro en el IV Foro Docencia Universitaria y Tecnologías Digitales 2020, organizado por la DEAMeT; mientras que en el Taller Internacional de Proyectos de Cooperación SJ, en el que estuvieron universidades jesuitas, se abrió un espacio de diálogo virtual para crear soluciones e ideas para enfrentar los retos de la educación superior en tiempos del COVID-19.

Como parte de las iniciativas para enfrentar la crisis sanitaria desde la academia, la Dirección de Investigación y Posgrado lanzó la convocatoria #IBEROFrenteAlCOVID-19 para desarrollar proyectos que dieran solución o respuestas a este momento histórico. En total, fueron 35 los trabajos elegidos por las autoridades.

Otra de las grandes propuestas académicas y de investigación fue la Encuesta de Seguimiento de los Efectos del COVID-19 en el Bienestar de los Hogares Mexicanos (ENCOVID-19), hecha por el Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad (EQUIDE), uno de los primeros ejercicios estadísticos en el país para revisar el impacto de la pandemia, que además tuvo un capítulo especial para la infancia y otro para la Ciudad de México.

A pesar del reto que representó organizar de manera virtual el evento, la Universidad efectuó IBERO Tu Espacio, la feria de orientación vocacional más importante para preuniversitarios. Las Jornadas Virtuales de Nutrición fueron un éxito al tener más de 100 mil visitas a través de las conferencias vía Zoom y streaming. El distanciamiento físico no fue impedimento para que se llevara a cabo de manera virtual la Feria Cultural del Libro IBERO-ITESO.

También se efectuaron grandes eventos como el Congreso Construcción de Paz con Perspectiva de Género, que propició un espacio de crítica y reflexión para construir una sociedad más justa, libre, incluyente y pacífica a partir de la perspectiva de género. En estos tiempos aciagos, la IBERO recordó a quienes murieron a causa del coronavirus y celebró una misa en su honor.

Con la pandemia causando estragos, la IBERO se enfocó en crear programas para ayudar a empresas y negocios a salir a flote. Uno de los proyectos fue Empresa Resiliente, lanzado por el Centro de Emprendimiento y Desarrollo Empresarial (CEDE) e IBERO Consultores Estratégicos. Y el Centro de Inversión Social IBERO lanzó una campaña para recaudar fondos y evitar la deserción de estudiantes becados.

La Dirección de Educación Continua (DEC) capacitó a más de 8 mil personas en plena crisis de coronavirus; además, lanzó su Modelo Andragógico Ignaciano, que responde con innovación y vanguardia a las demandas específicas que requieren un abordaje multidisciplinario, ágil y veloz, sin perder de vista los procesos educativos de calidad. 

Al principio de la crisis sanitaria, se lanzó la convocatoria Docencia en la contingencia, con el objetivo de revisar cómo el profesorado estaba experimentando el proceso de enseñanza-aprendizaje. En total, la IBERO y FICSAC reconocieron a 30 académicos y académicas por sus respuestas innovadoras frente a la pandemia.

Como cada año, la IBERO ha buscado expandir su oferta académica y en este ocasión es a través de la apertura de un nuevo programa de Técnico Superior Universitario (TSU) en Producción Audiovisual y Digital, para sumar en total siete carreras técnicas. 

A nivel general, para el próximo año, la IBERO incorporará la interculturalidad y el género en todos sus planes de estudio. 

También hubo algunos cambios en la estructura de la Universidad: se conjuntaron dos direcciones y se formó la División de Investigación y Posgrado, como un mecanismo para seguir impulsando y artículando estas dos áreas como funciones sustantivas de la IBERO. Además, se creó el Departamento de Reflexión Interdisciplinaria para seguir procurando la formación integral de los estudiantes.

Otra modificación fue el cambio de nombre de la Dirección de Servicios para la Formación Integral a Dirección de Desarrollo y Acompañamiento Educativo (DiDAE).

Ha sido un año de grandes retos, de enfrentarnos a un panorama que cambió de la noche a la mañana. Sin embargo, la IBERO continuó caminando, respetando las medidas sanitarias impuestas a nivel local y federal; pero sobre todo haciendo lo que mejor sabe: formando a los profesionales que el país y el mundo necesitan; impulsando la investigación como forma de plantear científicamente soluciones y respuestas al contexto que estamos viviendo; y creando proyectos para beneficiar a los grupos más vulnerables y marginados.

Iván Cabrera